La iglesia barroca de San Miguel Arcángel se edificó en el siglo XVII. La fábrica es de piedra mampuesta y ladrillo, con portada en arco de medio punto.
El interior es de una sola nave dividida en cinco tramos, con crucero cubierto mediante una cúpula sobre pechinas, capillas entre los contrafuertes, testero recto, coro elevado a los pies del templo y todo ello cubierto con bóvedas de arista entre arcos fajones, que arrancan de una moldura corrida sobre pilastras.
El retablo mayor, dedicado a San Miguel Arcángel, es de excelente ejecución; data del siglo XVIII y es de estilo plateresco-barroco.
Entre las capillas laterales sobresale la capilla de la Virgen del Rosario, de filiación barroca, que conserva una talla de la imagen titular del s XVI. Presenta una magnífica cúpula con linterna profusamente decorada con relieves en yeso policromado.